Breve reflexión y analogía entre nuestro aprendizaje y la regulación
La regulación no es más que una absurda extrapolación de cómo aprendemos y actuamos
Me encanta como conjetura a conjetura me voy acercando a conclusiones que me gustan más y más.
Mezclo posts sobre aprendizaje, regulación, Bitcoin, nuestra organización política actual y futura, porque está todo íntimamente relacionado de una forma que a priori es muy complicado de ver (y explicar) y este es otro intento de entrelazarlo.
En algún post he comentado que aprendemos tal y como yo estoy haciendo en esta newsletter, de una forma “científica” (tranqui, ya sé que no es científico del todo, pero el mindset sí y es la única forma que yo he encontrado para aprender):
conjeturo, elaboro unas hipótesis y entre vuestros comentarios y las conclusiones a las que llego, refrendadas o no por la realidad, vamos puliendo nuestro modelo mental de cómo funciona el mundo. Vamos esculpiendo una escultura, martillazo a martillazo, sin que la escultura llegue a ser nunca exactamente igual a la realidad que trata de representar. En función de este modelo, creamos unos hábitos que nos “van bien”. Por ejemplo, una norma es que si ves un tipo con un machete por tu acera, pues te giras y sales pitando y otra es cubrirte cuando llueve o abrigarte cuando hace frío.
Estos modelos nos permiten hacernos una idea del funcionamiento del mundo y con ello acertar de vez en cuando en nuestras decisiones. No son más que la suma de un montón de algoritmos:
Frío = abrigo
Lluvia = me cubro
etc…
Con la suficiente experiencia, somos capaces de tomar razonablemente buenas decisiones para sobrevivir y prosperar en nuestro entorno (en otro entorno diferente podríamos morir en cuestión de horas pues los hábitos que hayamos podido desarrollar pueden ser no solo inútiles sino incluso contraproducentes)
La regulación
Hoy me he dado cuenta de que la regulación hace exactamente lo mismo:
Unos pocos responsables de estas cosas tratan de modelizar la realidad, rodeándose de “expertos”, como si fuese posible recoger la totalidad de circunstacias, eventos y matices de la realidad.
Modelizar la realidad en reglamentos tiene enormes inconvenientes frente a los modelos mentales que nos hacemos en la cabeza. Existen infinidad de matices que es imposible plasmar en papel y que sin embargo sí es posible tener en cuenta en nuestra cabeza.
En base a ese modelo de la realidad y a lo que unos pocos consideran deseable y no deseable, la regulación establece normas (el equivalente a los hábitos)
Pero dado que solo es un modelo, la realidad destroza las premisas del modelo una y otra vez y no solo eso, el mundo cambia y los desarrollos tecnológicos hacen que tanto el modelo en nuestra cabeza como el modelo en la regulación queden una y otra vez obsoletos.
Si con nuestro aprendizaje es fundamental no dar nada por sabido, sino asumir que no sabemos nada, quizás con la regulación pase otro tanto de lo mismo, quizás no tiene sentido alguno ponernos normas en base a extraordinariamente limitados modelos de la realidad en los que además unos pocos deciden.
No encuentro lógica alguna posible a que un ente centralizador decida por 47 millones de personas y que a la gente le parezca razonable, está por completo fuera de mi comprensión.
Pero da igual, no tiene sentido discutir y quejarse, solo utilizar las herramientas que descubrimos para defendernos y actuar en consecuencia.
Cypherpunks write code y mulokos take action