¿Por qué no puedes seguir a cualquiera en twitter o leer cualquier libro?

Me ha parecido encontrar un patrón entre gente que sigo y me sigue y los libros que debes o no leer

¿Te has preguntado por qué hay libros que parecen entrarte por la mollera como a Neo en Matrix y otros que no hay forma de tragarte?

Me ocurre a veces que alguien escribe algo en twitter que me parece absolutamente brillante y a continuación me pongo a seguirle. Pero con frecuencia luego escribe bastantes cosas que o bien me cuesta un huevo y la yema de otro entender, luego entorpeciendo mi experiencia en twitter, o bien directamente no entiendo nada.

Mi conjetura de hoy es la posibilidad de que este tipo de personas no solo sean particularmente listas o inteligentes sino que además se están cuestionando cosas a las que tu todavía no has llegado.

También me ocurre con gente que comenta cosas que yo me cuestionaba hace años y ya no y que por lo tanto me aburren.

Lo mismo le ocurre a las recomendaciones de libros. Los hay que cuando tratan temas sobre los que te has cuestionado algo, te entran en un abrir y cerrar de ojos y otros que sencillamente son como si estuviesen escritos en arameo. Las recomendaciones de libros no pueden ser por tanto genéricas, tienen que estar personalizadas, por ejemplo: “al hilo de lo que estamos discutiendo, te recomiendo este libro que trata este tema desde la óptica de X, Y o Z” pero no algo como: “te recomiendo este libro. Period.”

En otro post utilicé una analogía que voy a rescatar:

Los influencers y los libros son como autobuses en una autopista que se acerca a la verdad y en cada carril te puedes subir y bajar de unos y otros. Pero lo que no puedes hacer es bajarte de uno demasiado pronto y teletransportarte a otro autobús 400km delante de tí. No. Debes hacer el trayecto siempre en autobús. No existen los atajos.

Esto explicaría un fenómeno que siempre me ha llamado la atención y es por ejemplo, el hecho de que Manuel Polavieja o Fernando Nieto, que para mí son de las mejores cuentas que sigo, tengan tantísimos menos seguidores que cuentas que son tan extraordiariamente mediocres, que cuesta creer que alguien pueda tener interés en bazofia de semejante categoría.

Sin embargo el mundo es así, a cada uno de nosotros le corresponde una serie de autobuses diferente y no tiene absolutamente nada de malo. Algunos autobuses son una mierda pero de algún modo es necesario cogerlos (equivocarnos) para aprender cuál es el que verdaderamente nos conviene.