Mi propuesta de valor con esta newsletter
Este post me ha quedado algo más introspectivo de lo que esperaba. Es lo que me encanta de escribir, sabes como empieza pero no tienes ni idea de cómo acaba
No voy a entrar en detalles, pero por diversos motivos personales en los que no procede entrar, me he pasado la vida dudando. Diversas circunstancias me han convertido durante décadas en la persona más acostumbrada a dudar que conozco. Y cuando hablo de dudar hablo sobre todo de dudar sobre mí.
Totalmente frustrado por no conseguir comprender la verdad sobre mí (por ejemplo ¿valgo?¿no valgo?), me ponía a descifrar otro tipo de frikadas que por contra, sí que era capaz de entender y disfrutar. Me obsesionaba con ellas. Cuando conseguía comprender esas frikadas, calmaba mi frustración de forma temporal, pero en seguida volvían las dudas sobre mí y no avanzaba con esa frikada con lo que inmediato me movía a una nueva frikada y este ha sido básicamente el patrón en el que se convirtió mi vida durante mucho tiempo y el motivo por el que me he dedicado toda esta a investigar todo tipo de cosas de lo más variado. En otras palabras, no era ilimitada curiosidad como a mucha gente que le gusta aprender suele decir, sino más bien, terapia tratando de encontrarme a mí mismo.
Este (confesión) proceso de cero autoaprendizaje y sin embargo intenso aprendizaje de otras cosas, me hizo sufrir durante muchos años, porque no tenía la más remota idea de dónde estaba la verdad y dónde el caos y confusión en lo que a mí respecta. Me faltaban por completo referentes a los que aferrarme y las comeduras de tarro eran verdaderamente de película.
Esta falta de referentes me doy cuenta ahora de que me obligó a no dar nada por cierto y a cuestionarlo absolutamente todo. Básicamente, aplicaba, sin darme cuenta, el método científico a todo. No soportaba los convencionalismos por ejemplo, ¿por qué debo dar por buena esta o aquella tradición?
Gracias a un muy duro entrenamiento, me doy cuenta hoy, de que me he convertido en un “hacha” a la hora de encontrar señal donde tantos ven solo confusión y ruido, precisamente por haber vivido en el más absoluto caos y confusión mentales durante tanto tiempo.
También me doy cuenta de que tanta duda me ha hecho empezar muchas cosas que en ocasiones no he rematado, es decir, no he puesto en valor buena parte de lo que he aprendido. Los aprendizajes que sí he conseguido convertir en algo productivo (emprendimientos, por ejemplo) ha sido porque me he asociado con la persona correcta (socio) que me hacía sentirme “validado”.
Ahora que creo en mí solito, estoy prácticamente obsesionado con rematar todo lo que empiezo por mi cuenta.
Y a día de hoy comprendo que en realidad es todo este proceso el que a día de hoy me da de comer.
Mis clientes básicamente me pagan por dar respuesta a sus dudas y por ejecutar, por enseñarles verdad donde ellos suelen ver un verdadero carajal que les impide tomar decisiones con claridad. También me pagan por comunicar ideas complejas de la mejor manera que puedo y también por convertirlas en realidad. Me gusta comunicar, pero porque para mí es terapéutico, como ya comenté en un post hace no mucho, me hace sentirme mucho mejor.
Por eso me gusta decir que en realidad somos el resultado de aquello en lo que nos hayamos convertido para hacer frente a nuestros traumas o “microtraumas”.
Esta idea me fascina por cierto relacionarla con Bitcoin por muy forzado que te parezca, porque al final Bitcoin ha copiado la antifragilidad de la naturaleza para ser una especie de autómata que se adapta a las amenazas del entorno.
En otras palabras, somos máquinas de adaptación y en mi caso, aunque me hizo sufrir mucho y no se lo deseo a nadie, ahora lo veo sencillamente como las cartas que me ha tocado jugar y casi si me apuras y solo en cierto modo, como una bendición, ahora que me puedo dedicar profesionalmente ¡a aplicarme terapia una y otra vez!
Y esta es básicamente la propuesta de valor de esta newsletter:
Mientras en el mundo de las noticias y de la formación online existe un gigantesco ruido y confusión, yo me peleo con ambos para desgranar lo que me parece importante y luego lo escribo o publico en vídeo cursos que hago como terapia. También sigue existiendo mucho ruido en mi cabeza y escribiré sobre todo tratando de seguir deshaciendo mi propio ovillo mental.
Creo que el valor que pueda yo aportar a mis lectores es que en definitiva todo lo que hago va encaminado a pensar con cada vez más claridad, a conseguir cada vez más paz mental (medida como la diferencia entre lo que eres y lo que crees que eres) y opino que de alguna forma podría beneficiar en este proceso a quién me lea ya que estoy convencido de que será una habilidad cada vez más relevante en una época que nos toca vivir en la que será cada vez más importante pensar por uno mismo.
muy importante lo que mencionas sobre la paz mental y en esta epoca todavia mas! Llevo ya un tiempo en esta busqueda y ahora mismo es uno de mis objetivos. Gracias por esta reflexion y tu tiempo master zen
Gracias por el post Adolfo. Como consumidor casi compulsivo de contenidos relacionados con BTC , te aseguro que se agradece mucho encontrar gente como tú capaz de destilar información desde la experiencia y con una mirada multidisciplinar.