En estas fechas Navideñas me ha parecido una buena idea contaros lo que opino sobre hacia dónde van las decisiones de compra.
De nada sirve que fabriques un ordenador extraordinario, ropa bonita y de máxima calidad o que vendas los mejores coches o relojes, si no tienes forma de hacer que tu mercado objetivo se entere.
Parece una obviedad, pero no lo es, la influencer de turno con 2 millones de seguidores en instagram tiene un porcentaje de la atención de bastante gente muy superior al que pueda llegar a soñar con tener inditex.
Inditex seguirá teniendo un mercado gigantesco con todo el que se pasee por la calle porque para aquel que YA ESTÉ EN LA CALLE, la ubicación, variedad y comodidad seguirán siendo el mejor reclamo y sabes que la moda rápida *siempre* tendrá demanda.
Pero también es cierto que antes la decisión de compra se podía tomar enteramente en la calle y ahora la puedes tomar en tu casa. Antes podías dedicarte a hacer recados y sabías que en el camino, si un escaparate llamaba tu atención con algo que pudieses necesitar, ese escaparate podría satisfacer tu necesidad. La ubicación por lo tanto en los sitios de paso correcto lo era todo, la atención se conseguía estando en el sitio correcto. (location, location, location se decía). Si tu paseo no fuese suficiente siempre tenías el gran almacén a las afueras.
La atención se captaba antes por lo tanto con la ubicación correcta mientras que ahora se capta enviando el mensaje correcto, el que más atención capture de su público.
La ubicación era la misma tanto si eras un niño de 10 años como si eras una dulce abuelita. El mensaje sin embargo es muy diferente en ambos casos y de persona a persona. Cada uno tenemos unos gustos y seguimos a diferentes influencers y los productos de los que recibamos información o incluso recomendaciones deberían, al menos en teoría, estar mucho más ajustados a nuestros gustos.
El problema nuevamente surge con lo que os comentaba aquí sobre las economías locales.
Los contadores de historias partirán con ventaja, contarán con un gigantesco poder sobre el mercado por esa manía que tienen las historias de transmitirse con mucho más éxito que la verdad.
Tu capacidad para diferenciar señal de ruido, contador de historias de buscador de la verdad determinará el acierto o fracaso de todas tus decisiones de compra/inversión.