La transferencia de confianza más grande de la historia
Una suma de muchísimos eslabones enormemente frágiles
Me está ocurriendo una cosa curiosa.
He necesitado tanto la validación de otros para actuar a lo largo de mi vida, que me está costando arrancarme con mi propio blog. El que Juan Such me preguntase si quería escribir en Rankia supuso esa validación y creo que por eso me lancé a escribir allí sin piedad.
Aquí sin embargo todavía estoy empezando y no la tengo todavía, salvo por las algo más de 100 personas que ya os habéis suscrito! ¡A todas muchas gracias! :)
Hoy quiero contaros mi motivación: me obsesiona comprender el mundo que me rodea y sobre todo estar preparado para lo que venga. Lo comentaba en mi newsletter anterior:
Durante toda mi vida estuve tratando de comprender una cosa que me tenía sumido en el más absoluto caos mental y cuando no hace mucho la comprendí, es como si muchísimas piezas en mi cabeza se estuviesen colocando como en un tetris. Y ese es el motivo de que no pare de escribir, es mi forma de ayudar a las piezas a colocarse.
Eso me ocurrió también cuando leí The Sovereign Individual y poco después me reencontré con Bitcoin tras muy a mi pesar ignorarlo durante varios años.
Cada vez veo más claro que el tejido social es como un castillo de naipes. Mientras que en los castillos de naipes la gravedad y las fuerzas normales compensadas de apoyar cada carta en otra sostienen la estructura, en el caso de la sociedad son las relaciones de confianza, un tema que me obsesiona.
Lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a pensar que la confianza se puede decretar y nos hemos dedicado a *tirar-palante* sin pararnos a analizar la fortaleza de esa confianza y cuando escarbas un poco, con lo que te encuentras es con una extraordinaria fragilidad.
Nuestro diseño, el humano, permite progresar a base de efectuar intercambios de valor voluntarios en los que por lo tanto ambas partes ganan, pues sino no se llevarían a cabo.
Dado como funcionan nuestros Estados, nos encontramos con una creciente cantidad de intercambios involuntarios que cada vez nos encabronan más. Pero el motivo en mi opinión no es que sean peores intercambios (que también), sino el hecho de que ahora los conocemos, entendemos mejor, podemos compartirlo y patalear con extraños en internet y sobre todo, podemos compartir alternativas preferibles. En otras palabras, internet nos está dando una libertad de opciones sin precedentes.
Antes de internet, con la información fácilmente contenida tras la censura, no tanto una censura política (que también) sino por economías de escala de la información, era mucho más fácil mantener esa confianza decretada, facilitando con ello la cohesión social. Una oferta limitada y sin muchas alternativas te permite no tener que plantearte mejorar las existentes.
Con internet la información se está filtrando por todas partes haciéndonos cuestionar los por qués de un montón de decisiones.
Por este motivo creo que es completamente delirante pensar que nuestros países seguirán en su forma actual dentro de unas décadas e igualmente delirante no tomar medidas para prepararnos para lo que venga.
En lo que a mí me gusta llamar el intercambio de valor entre Estado y nosotros, hace tiempo que empezamos a tener claro que una de las partes no está cumpliendo sus obligaciones y no sólo eso, tenemos alternativas preferibles.
La confianza no se decreta, se tiene que ganar
Si la tesis anterior te convence, comprenderás que cualquier construcción social en la que la confianza sea por decreto, es muy poco sostenible en el tiempo si tenemos internet con nosotros. En otras palabras, es enormemente frágil.
Necesitaremos otro tipo de pegamento para conseguir esa ansiada cohesión social y ese pegamento es en mi opinión el dinero.
Estamos acostumbrados a que la cohesión social trate de alcanzarse con los típicos mensajes de:
¡Por las ballenas!
¡Contra el cambio climático!
¡Contra la explotación animal!
O el histórico: “Nos atacan, todos juntos, unidos venceremos!!”
De hecho opino que el fin de las guerras a gran escala motivado por las armas nucleares ha sido el motor principal de que muchos traten de buscar la cohesión en estas nuevas religiones relacionadas con el clima, los pedos de las vacas y tantas otras luchas con las que partes interesadas tratan de cohesionarnos en beneficio de unos pocos.
Con la información se está descubriendo cada vez más este descomunal pastel de trolas. El gigantesco castillo de naipes se está desmoronando.
Piensa en las sociedades de las que venimos como gigantescos, estáticos y frágiles castillos de naipes y las sociedades a las que vamos como castillos de naipes muy pequeños y constantemente cambiantes (casi líquidos) adaptándose al entorno.
Y aún así, estas nuevas jurisdicciones no serán capaces de adaptarse a todos y cada uno de los individuos. Es decir, mientras que en los castillos grandes somos nosotros quiénes nos teníamos que adaptar al castillo, en el nuevo mundo ni siquiera estaremos del todo contentos siempre y en ocasiones nos acostumbraremos a votar con los pies.
Pues bien, creo que ese nuevo pegamento será el dinero.
No existe otro mecanismo que permita, sin violencia, poner costes a las acciones diferente al dinero. Otra cosa que me gusta mucho llamar al dinero es *the ultimate skin in the game technology”.
Y otro tema muy diferente es que a lo largo de la historia humana todo el dinero que hemos utilizado haya sido exageradamente malo. Comprendo que sea difícil compartir mi visión si tratas de pensar en el dinero con cualquiera de los dineros físicos que hemos utilizado a lo largo de la historia.
Si un dinero es físico, ¿cómo puedes poner costes a las acciones si no es con más violencia que la que ponga tu atacante? Y las leyes no son más que la oficialización de la violencia.
Lo que Satoshi está haciendo con Bitcoin es destrozar los economics de la violencia y por lo tanto lo que conseguirán es reducir drásticamente la necesidad de leyes.
Hace con la criptografía tan extraordinariamente caro obtener retornos con la violencia, que la única salida posible será cooperar de forma voluntaria o al menos, será la única salida económicamente viable.
Y no hay nada que genere más cohesión que la cooperación voluntaria. Es una cohesión antifrágil, líquida y sostenible, a mucha menor escala también, que permite a países como Suiza mantener un status de autonomía, estabilidad y prosperidad durante muchos años. Son países en los que la cohesión se construye bottom-up, la confianza se gana, no como en aquellos en los que se decreta y se construye top-down.
Y eso es en realidad la anarquía: no el caos como muchos todavía equivocadamente argumentan, sino la ausencia de mando y creación de reglas voluntarias. Cualquiera que haya visitado algo Suiza sabe que cada vecindario tiene sus propias reglas (que reconozco que te pueden sacar de tus casillas), pero pueden ser perfectamente diferentes a las del edificio de al lado. Lo mismo ocurre con los cantones, con los idiomas, etc… y esta descentralización y liquidez le proporcionan una solidez al país y una antifragilidad a shocks externos sin precedentes.
Pues bien, creo que lo que veremos durante los próximos años es una rotura progresiva del tejido social decretado y poco a poco la construcción de un tejido social de mercado, basado en confianza ganada, gracias al nuevo dinero, Bitcoin.
Esa construcción se hará como siempre lo hacemos los humanos, con el tit-for-tat, con el toma y daca; hoy te doy un poco, mañana me das otro poco más y así sucesivamente hasta que la confianza se vaya construyendo. Y esto será un proceso que quizás no sea corto.
Las conclusiones para mí de este esperable proceso son que:
El período desde la deconstrucción del tejido anterior hasta la construcción del nuevo tejido es una absoluta incógnita para mí y es la parte que me aterra.
Los países construidos con artificios se desmoronarán, particularmente los grandes, pues ser grandes es antieconómico cuando la violencia deja de tener economías de escala, sobre todo imposibles de financiar cuando surge un dinero que hace mucho más cara de emitir la deuda pública.
Aquellos que ganan con el status actual (capturan valor) se defenderán con uñas y dientes del cambio de status y mejora que supondrá todo esto para aquellos que generan ese valor.
Las instituciones en las que hemos depositado nuestra confianza empezarán a desmoronarse como azucarillos y por eso veremos lo que a mí me gusta llamar la transferencia de confianza más grande de la historia.
Este período de transición será más sencillo que en otras épocas porque la tecnología nos está permitiendo ser cada vez más soberanos en multitud de aspectos de nuestras vidas, cada vez en más. Esta independencia, libertad y autonomía generará mucho progreso pero no será sin un gigantesco esfuerzo para ir cumpliendo con las responsabilidades que conllevará.
Es ese camino y visión el que me motiva para prepararme a mí y a los míos y si estás leyendo esto tengo la sensación de que en mayor o menor medida compartes esto.
Esto no significa que sea lo único que me interesa. En realidad todo lo que haga una pieza del tetris colocarse lo escribiré, es casi como terapéutico.
Gracias por estar ahí
Hola, quisiera saber si has podido empezar tu proyecto de mineria y si hay alguna forma de participacion internacional. Tambien quiero comentar que he seguido mucho de forma foranea los temas para entender lo mas fundamentalmente posible btc y de ahi sus derivados, me he llegado a convencer que la unica forma de darle la vuelta a la psicopatia de las caras publicas que quieren demostrar liderazgo es intentar de forma fanatica que el individuo se imponga ante todo, son las gestas individuales las que dan saltos y no un monton de mediocres en el poder, esto lleva a que gracias a la tecnologia de la informacion accesible para todos, muy probablemente veamos toda esa capacidad humana individual y global a punto de alzarse contra la enquistada clase politica.
Si uno se pregunta que cosas no hay que delegar la confianza seria practicamente los temas mas gordos, ejemplo salud, el estado actual de gobierno, dinero, energia... sin caer en conspiracion que mas que aclarar esos temas los envuelven en un velo de misterio y una mentalidad perdedora.
Antes creia que una union social comunitaria podria resolver estos problemas de confianza pero btc a traves de su diseño anarcap me cambio totalmente las ideas y veerlo funcionando mas de 10 años es todo un hito de como el mito le gana a la realidad conformista. Efectividad para individuos libres es avanzar la educacion de estas ideas, btc, 3d printing y hacer negocios rentables.
Gracias Adolfo! Me identifico con lo que expresas y me tranquiliza saber que no soy la única que piensa así.
Soy profesional de un área que nada tiene que ver con la economia pero me cansé de ser analfabeta financiera -ahora estoy en parvulitos por lo menos ;) -y de entregar el poder de mis casi 30 años de trabajo a otros.
Tengo la absoluta certeza de que el camino será la red de intercambio honesto entre personas.
Yo así lo creo y así lo intento transmitir a las nuevas generaciones. Pena que haya tanta gente dormida.
Ànimo y mi gratitud de nuevo.
Dyna Torrado