El futuro equilibrio laboral
Va a sonar sarcástico, pero estoy muy agradecido al CEO que me despidió cuando un Private Equity decidió comprar la empresa en la que yo trabajaba.
Hace casi 5 años un private equity con muchos miles de millones de $ en cartera y con empleados con trajes estupendos pero con más bien poca idea del negocio de la meteorología decidió comprar la empresa en la que yo trabajaba por €190m, muy cara en la métrica que quieras.
Estaban convencidos, por mucho que algunos les dijésemos lo contrario, de que era un negocio difícil de estandarizar, automatizar y escalar para alcanzar un mercado mucho más grande y con ello crecer, como pretendían, a ritmos vertiginosos.
Yo les insistí en que esos cambios acabarían con la que hasta ese momento me parecía precisamente una de nuestras ventajas competitivas, la capacidad para dar un servicio consultivo, con ciclos de venta largos pero clientes muy fieles y muy personalizado, lo cual lo hacía también muy interesante para mí, porque literalmente aprendí de todo.
Les dio igual, preveían con sus espectaculares cambios en la gestión, duplicar las ventas en un plazo de 5 años, eso en una empresa de por aquel entonces unos 30 años de antigüedad. No era descabellado porque cada vez se pueden hacer más cosas con datos y nuestros pronósticos eran muy buenos en un montón de variables pero más por la oportunidad de mercado que por que sus decisiones fuesen acertadas.
Nosotros correlacionábamos todo tipo de variables meteorológicas con todo tipo de datos y con ello podíamos pronosticar variables de negocio para permitir a nuestros clientes tomar decisiones, sobre todo en lo que a sus operaciones se refiere.
Por ejemplo:
Temperatura de la calzada y cantidad de nieve en la carretera -> operaciones de retirada de nieve, tratamiento con sal muera, etc…
Velocidad y dirección del viento con generación eólica
Radiación global con generación fotovoltaica
Radiación directa con generación termosolar
Temperatura del aire con demanda de gas o con consumo eléctrico
Luminosidad con consumo eléctrico también
Precipitación con operaciones de empresas de gestión de aguas
Viento y precipitación con caída de hojas y operaciones de limpieza en ferrocarril
Oleaje con operaciones en plantas de generación offshore
Precipitación con tramitación de siniestros de empresas de seguros
Temperatura y precipitación con ventas de salchichas y carne para barbacoas para tener el stock preparado
Infinidad más…
Menos de cinco años más tarde, consiguieron aumentar las ventas un 10% en total cuando ese era el ritmo medio de aumento CADA AÑO, así que muy lejos de duplicarlas como estimaban.
La vendieron por €120m, o sea una jugada maestra. ¡De €190m a €120m en menos de 5 años! Pero bueno, mi objetivo no es recrearme en su fracaso, sino reflexionar sobre el aprendizaje, básicamente en dos cosas:
Ser vehemente y muy guayón en una reunión no era garantía de conocer aquello de lo que estabas hablando. Con frecuencia podía ser de hecho una defensa y muestra de gran inseguridad
La segunda y más interesante, es que cuesta esfuerzo y tiempo aprender cosas por las que alguien esté dispuesto a pagar.
A mí me despidieron porque en ese concepto de empresa escalable y cuasi automatizada, la estructura que más le encajaba al negocio era una organización en un vertical por cada sector, versus la estructura geográfica anterior en la que yo tenía una responsabilidad sobre los clientes no en función de un sector sino en función de una geografía. En la nueva estructura, en definitiva, yo no pintaba nada.
Pero ese despido me permitió no solo dedicarle más tiempo a mis hijos del que jamás hubiese podido imaginar, sino también leer como poseso entre otros The Sovereign Individual y dedicarle tiempo a Bitcoin y con ello aprender un huevo de cosas nuevas que nunca hubiese sido capaz de aprender con el tiempo tan restringido que tenía antes.
En este sentido se me ocurre que tener un trabajo a tiempo completo es el mayor enemigo de la constante y deseable renovación Schumpeteriana individual por la que todo empleado debería pasar constantemente.
El trabajo a tiempo completo se me antoja por este motivo como una suerte de cárcel que te impide reciclarte, porque te centra en algo muy concreto y te impide renovarte en todo lo demás.
La empresa para la que trabajas en tu trabajo a tiempo completo podría perfectamente estar creando un departamento que le permitiese ponerse al día, renovarse, mientras contigo, en tu departamento, exprime un negocio obsoleto y por lo tanto cerrándote las puertas a renovarte profesionalmente.
Estaría trabajando a tus espaldas o peor aún, delante de tus narices pero sin que puedas hacer nada por cambiarte.
A la velocidad a la que se suceden los cambios, quedarte encerrado en una de estas cárceles del estancamiento no me puede parecer un mayor error. Cada vez pienso más que el escenario ideal es compaginar unos cuantos clientes, alguno particularmente bueno y recurrente, que te permitan tener una carga mínima de trabajo base para nunca pasarlo mal y que al mismo tiempo te posibiliten decir que no a alguno que otro cliente de vez en cuando, con el fin de tener tiempo para pensar y mirar las cosas con perspectiva, con visión de helicóptero.
¿Cuántos otros fenómenos tipo Bitcoin podría haber ahí en los que no te estés fijando por estar ensimismado en tu día a día?
La respuesta es ninguno, pero quizás algún que otro mini-Bitcoin sí que lo puede haber.